domingo, 20 de febrero de 2011

Ex-túpidos

La vida de un ex-algo es chunga, eh? O por lo menos debe serlo. Vale que yo también lo soy, de hecho, todos lo somos de alguien, pero está claro que sólo veo los defectos de los demás, básicamente porque esto no sé si le pasa a alguien más.

Creo que tengo un problema, que a lo mejor a otros les puede parecer una virtud, calificadlo como queráis, pero para mi no es algo bueno.
No sé por qué en algún momento del año se deben alinear los astros del revés y provocan que "viejas glorias" (léase con ironía), salgan de sus madrigueras.

No voy a negar que en el principio de los tiempos incluso me gustaba, pero vaya... o se renuevan los fichajes o me cambio el número del móvil.
Ya lo sé, me quejo por vicio pero es que cuanto más premenstrual y más yonki me pongo con el chocolate, menos ex-tupideces aguanto.

A veces he llegado a pensar que mis ex se conocen. No puede ser que en la misma semana reciba varias ofertas pintorescas de cena y de trabajo ninguna... vale que vienen muy bien porque estoy en el paro, pero vamos, que estoy del pincho de tortilla hasta la Clotilde.

De todas formas, desde aquí hago un llamamiento y les animo a que se conozcan entre ellos, pienso que podrían hacer muchas cosas juntos, incluso ponerme verde, pero no me importa, porque sé que se lo estarán pasando bien jugando al cinquillo, al truc o al churro va

lunes, 31 de enero de 2011

1000 ovejas saltando

Las noches a veces se hacen largas, ya sea por un contratiempo digestivo o porque a la séptima neurona de la derecha le ha dado por darle vueltas a Voldemor... sí, ya sabéis, aquel que no debe ser nombrado, ni recordado, pero mira... se hacen las 2 de la mañana y con el mp3 incrustado en las orejas te da por recordar... es lo que tiene oír a AC/DC, que te hace contar ovejitas y ponerte idiota.

Creo que debería seguir una estrategia, como de momento las lobotomías no están muy avanzadas, por aquello de que dejan cicatriz, optaremos, y hablo en plural porque alguien lo sufrirá, por un viaje... es una de las metas de este año, comprobar que hay vida más allá de estas paredes y que el chocolate no es igual en todas partes... dicen que hasta se fuma, qué locura!

Con vuestro permiso, voy a seguir contando ovejitas porque la noche está dejando de ser jóven. Buenos y dulces sueños.

1001, 1002, 1003, 1004............ Béééé

miércoles, 19 de enero de 2011

El (no) equilibrio

Hay veces en la vida de todo ser humano que se encuentra con momentos que no puede predecir y quisiera ser Aramis Fuster o el hombre este de las túnicas doradas… y a veces no nos damos cuenta que ni echando las cartas del tarot, ni rezando cuatro 'Jesusitos de mi vida', se van a cumplir nuestros intentos de predicción.

¿Y a qué me refiero con ello? Pues a temas como son los exámenes, los amores y los aumentos de salario, entre otros… aunque creo que lo último lo voy a cambiar por 'encontrar empleo', porque ahora mismo es más fácil ponerle cuatro velas a San Antón (uno pica y otro no) por ejemplo para que te ofrezcan currar aunque sea por una hora, que para que te suban el sueldo… que por ahora es inexistente, ya veis, nimiedades de la vida…

En cuanto a los exámenes yo he visto cosas que vosotros no creeríais… sí, sí… algo así como adornarse el pupitre con gran surtido de estampitas de santos y vírgenes, llevar una bolsita llena de piedras de la suerte o besar una medalla de algún familiar en vías de extinción, o sea… de su abuela. Todo esto acompañado por las mil plegarias de que salga solo el tema 6 porque "lo demás ni me lo he mirado"… y qué suele pasar? O mejor dicho ¿Qué me suele pasar a mi? Que yo me miro el tema 7 y obviamente va a caer el tema 6 porque según los astros y la clarividencia de mis 24 compañeros de clase, "el tema 6 cae fijo".

Y sobre el tema amoroso… ¿Para qué voy a hablar? Aquí no sirven ni las estampitas, ni los cuatro Ave María, ni nada… como mucho el agua bendita pero para tirársela encima al espabilao' de turno que a lo mejor así reaccionaba, pero déjenme que lo ponga en duda.

Aquí sí que he visto y hecho, por qué negarlo, de todo… insultarle al ordenador, pedirle al móvil que llame, hacer un viacrucis con el móvil en la mano, levantar el móvil al cielo para ver si así por lo menos tiene alguna señal divina… pero nada… cuando no llama, es que no llama… entonces ahí es cuando Iker Jiménez entra en tu cuerpo y crees que hay algo conspiranoico en todo eso, aunque la realidad es que estás más paranoico que otra cosa.

Lo bonito de todo esto y a veces, incluso, lo más triste, es el día que por casualidad o porque se alinean los astros, recibes esa llamada o te ponen el tema 7, entonces el mundo se vuelve infinitamente maravilloso y crees, por lo menos durante un día que todo se rige por un equilibrio universal y perfecto.